Mario Vargas Llosa

No comprendo del todo bien por qué se pretende negar un privilegio al Señor Vargas Llosa. Para los argentinos, inaugurar la Feria del Libro en Buenos Aires no es un simple hecho cultural, sino la llave para la proliferación de la lectura y la revolución del pensamiento. En este marco, la invitación constituye una amenaza magnífica para enfrentarlo con la fuerza de los argumentos. Romper con el pensamiento político al que representa el reciente Premio Nobel de Literatura no es tarea sencilla pues, de algún modo, se ha convertido en el adalid del liberalismo intelectual.  Bien sabemos cuál es su origen ideológico, el mismo que fuera derrotado en la urnas por otro políticamente impresentable (Fujimori), un referente a medida para dejar en claro un supuesto, el de que Perú perdía al político íntegro. Fue víctima para la construcción del modelo, el suyo propio, lo que le dio autoridad "moral" para escupir a diestra y siniestra contra todo aquello que no se adecuara a las reglas del juego eurocentrista que tan bien sienta a su vida cómoda y placentera: "En América latina, al contrario que en países como España, la democracia no está allí para quedarse"  (¿llama democracia al gobierno de Aznar y al referente pepeísta que le calza mejor que Zapatero?). Pero lo peor del caso es que lo que ya dijo lo sigue diciendo contra "los hermanos Fidel y Raúl Castro en Cuba, Hugo Chávez en Venezuela, Evo Morales, en Bolivia, y Daniel Ortega en Nicaragua, despellejados en artículos y reflexiones" (El País, 7/10/2010), no por casualidad los gobiernos que con más entusiasmo rechazan al capital externo en toda Latinoamérica (ver http://dosorillas.wordpress.com/2011/02/22/medios-de-comunicacion-derechos-humanos-y-democracia/). Y hasta se dio el lujo de criticar a los Kirchner, motivo que suscitó el origen del conflicto: ¿Debemos otorgarle al Señor Vargas Llosa el privilegio de inaugurar la próxima Feria del Libro? Y vuelvo a subrayar, no caigamos en la trampa que tan hábilmente ha construido en sus últimos discursos para terminar incluidos en el fango de un supuesto autoritarismo. Habla muy bien el Señor Vargas Llosa (ver Discurso Premio Nobel) y hasta se da el gusto de politizarlo contra los malvados del mundo. Si tan convencido está del terrorismo debiera aludir, también, al terrorismo de Estado que inventó una guerra respecto de la cual estuvo muy de acuerdo (Irak) y, si tan convencido está de la necesidad de la interculturalidad, por qué está en desacuerdo que alguien pueda usar un velo islámico cuando yo luzco una cruz en mi pecho. Todo lo que no se acomode a su línea tan "humanista" lo corroe tanto como cualquier ídolo masificado ("Maradona es un personaje trágico" dijo, frase que en forma textual, luego, repitió su propio hijo en una entrevista a Radio Nacional de España). Señores, al Premio Nobel de Literatura hay que recibirlo con un gran almuerzo en su honor, con alfombra roja en la Feria, abanicarle los oídos y después desnudarlo con dialéctica platónica...razones sobran.
Mario Vargas Llosa, entre los políticamente reaccionarios, el mejor escritor.
Profesor Carlos Albero Cabrera, Valencia marzo 16 de 2011

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